Cuidados de las joyas

Los cuidados de las perlas naturales


Las perlas naturales están recubiertas de nácar, que como materia orgánica que es, está expuesta a modificaciones, sobre todo a su desecación, lo que puede provocar un "envejecimiento" de las perlas que afea su aspecto.
Primero se volverán mates, luego pueden aparecer grietas y por último empiezan a perder capas de nácar.

Unos buenos cuidados contribuirán a la conservación de la perlas en perfecto estado durante mucho más tiempo.


1. Las perlas cultivadas son relativamente blandas en comparacion con otros materiales empleados en joyería y bisutería, como las piedras semipreciosas. Por eso es muy importante mantenerlas aisladas del resto de las joyas, que podrían rayarlas. Los estuches con el interior de seda, o las bolsitas de algodón o terciopelo son muy adecuados para su conservación, ya que tratan con suavidad las perlas, además de permitir la transpiración.



2.Los cosméticos, perfumes y lacas contienen productos químicos que acaban por dañar el lustre de las perlas.Incluso las grasas naturales del cuerpo, así como el sudor también pueden acabar estropeándolas.
Lo mejor es colocárselas después de habernos aplicado el maquillaje y el perfume.Y antes de guardarlas, después de su uso, limpiarlas con un pañito muy ligeramente humedecido para retirar cualquier residuo que pueda haber quedado sobre ellas. 

Hay quien dice que deben sumergirse en agua con sal, debido al origen marino de este material, pero
para mi esto es un error. Primero porque estropea con más rapidez el hilo en el que las perlas están ensartadas y segundo porque al secarse la sal dejara un residuo sobre la perla que acabara por apagar su brillo.
Periódicamente las perlas pueden limpiarse con un paño humedecido con agua y jabón, y después retirar el residuo jabonoso únicamente con agua, pero siempre con un paño, nunca sumergiendo la pieza en agua.



3. Por ultimo, para collares y pulseras, debería renovarse el hilo donde están pasadas, al menos una vez cada dos años.